Este proyecto nació de la idea de un grupo de amigos con las mentes muy perturbadas. Componemos historias encadenando nuestras aportaciones individuales por turnos. Hay libertad de expresión siempre que se mantenga algo de coherencia entre parte y parte. ¿Quieres participar con tu creatividad? Pues contacta. Saludos del equipo y esperamos os gusten nuestras perturbadas historias ;)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Misha 6 (Wolo)

Llevaron a Misha de nuevo a su habitación. Se quedó observando por la ventana de aquella pequeña habitación, la habitación daba al jardín, estaba todo nevado, en el cesped quedaban restos de nieve de un mal trabajo con las pala. La valla que rodeaba al manicomio no se veía muy robusta, era de alambre entrelazado, quizá era demasiado alta para ella, además de el alambre de espino que invitaba a no intentar traspasarla . Tan sólo deseó poder salir de allí, suspiró y cerro los ojos.

Se escuchó un estruendo, un sonido agudo continuo como de una bocina y la caída de algo metálico, abrió los ojos y vio como un camión se acercaba a gran velocidad hacia la ventana. No supo que hacer, así que se agachó instintivamente para no verlo venir. El camión deslizó por el césped hasta chocar bruscamente de lado contra la pared echando abajo parte de ella, dejando casualmente la ventana intacta, excepto por los cristales quebrados por el golpe.

Misha se levantó y observó la situación, un camión volcado echando humo, que para su sorpresa no tenía conductor, una habitación sin pared y una valla caída. El compañero de la habitación contigua, que había sufrido la misma suerte le habló.

- ¿Parece que es la hora de irse no?

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